Servicio Comunitario de la Intercesión

QUÉ ES

La oración es la actividad que, junto a la evangelización, nos caracteriza; esa para la que hemos sido suscitados como Comunidad y mediante la que todos nosotros nos hemos sentido llamados, sanados, envíados. Oración de alabanza, de adoración, expontánea, bíblica, litúrgica. Oración, también, de intercesión, conscientes de que hunde sus raíces en las palabras de las S. Escrituras, de que el Señor escucha siempre las oraciones que rezamos por los demás, con generosidad y desinteresadamente.

En el Evangelio Jesús acoge tanto las peticiones de los que llevan concretamente sus enfermos a sus pies, para que los cure, como la del centurión romano que, no sintiéndose digno de la entrada del Señor en su casa, no menos nutre una fe absoluta en el hecho de que Él obrará, sin encontrar obstáculos en la distancia. Una fe que Jesús alaba públicamente y que acoge inmediatamente.

Y es siempre el Señor el que nos da el ejemplo del que, para quitar el hambre del amigo que llega en el corazón de la noche, va a llamar insistentemente a la porta de otro para obtener el pan que él no tiene… y sigue haciéndolo, no obstante el inicial rechazo que obtiene.

La oración de intercesión se hace así: con fe y, si es necesario, con insistencia. “Una oración subía incesantemente por toda la Iglesia” por Pedro, prisionero de los Romanos después de las primeras  persecuciones de Herodes. Y , he aquí, que un ángel entra en su celda, lo libera prodigiosamente, lo conduce fuera y lo salva. De manera que él puede retomar su ministerio.

La Iglesia ha creído siempre en la potencia de la intercesión; las historias de los Santos famosos o desconocidos están llenas de episodios en mérito. Nosotros, Comunidad Jesús Resucitado, lo hemos experimentado muchas veces, incluso con frutos milagrosos.

A. Alberta Avòli y Roberto Ricci – «Vivían juntos» – “Serie “Líneas Características n. 5”– Ed. Comunidad Jesús Resucitado – pag. 213-214